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lunes, 12 de diciembre de 2011

Deber de Religión

FECHA: 
Viernes 16 de diciembre
TEMAS: 
Desarrollar las actividades de refuerzo y evaluación de la Unidad No. 8-9 en hojas de líneas o cuadros y presentarlas durante la iniciación.
NOTA: 
4 puntos.


Unidad 8. El sacramento del Matrimonio



Página 111
Actividades de evaluación
1.       En la creación del hombre y la mujer. Su autor fue Dios mismo.
2.      El sacramento del Matrimonio  es aquel que santifica  la unión del hombre  y de la mujer para formar una familia cristiana .
3.      El amor entre los esposos:
a) Da origen a la familia.
b) De él nacen los hijos.
c) Vincula entre sí a los cónyuges (esposos).

4.      Las propiedades fundamentales del matrimonio  son:
a) La unidad, es decir, es una «íntima comunidad de vida y amor conyugal» entre un hombre y una mujer.
b) La indisolubilidad, es decir, todo amor verdadero quiere ser indisoluble, no acepta ser compartido. La indisolubilidad procede del mismo núcleo del amor pleno que implica y proporciona el matrimonio.
c) Estar abierto a la procreación: es decir, el verdadero amor conyugal tiende naturalmente a ser fecundo, a engendrar vidas humanas.

5.      El término honrar abarca varias actitudes muy importantes, como el amor, la gratitud, el respeto, la obediencia..., en definitiva, vivir la vida de familia con verdadero espíritu de comunión («común unión»).
6.      a) Falso en parte: los padres tienen obligaciones, pero no son dueños de los hijos, ni estos deben sentirse propiedad de aquellos; sin embargo, sí que son un ejemplo de la atención amorosa de Dios a los hombres, y como tales, hay que honrarlos.
b) Falso: estos deberes son perpetuos.
c) Verdadero, como Jesús decía que todo lo hacía por voluntad del Padre.
7.      Los principales deberes de los padres son:
a) Alimentar a los hijos desde que nacen hasta que puedan valerse por sí mismos.
b) Educarlos en los valores humanos con su ejemplo y con su palabra: el amor, el respeto, el dominio de sí, la sinceridad, el espíritu de servicio y de solidaridad, etc.
c) Educarlos en la fe, enseñando a sus hijos la fe y la piedad cristiana y a descubrir su dignidad de hijos de Dios.
d) Corregirles cuando sea conveniente, para enseñarles a elegir el bien y a no desviarse por el camino del mal.
e) Respetar el derecho de los hijos a  elegir su profesión y su estado de vida cuando lleguen a la edad oportuna.
Actividades de refuerzo
1.       Dios Padre en la Creación del hombre. Lo hizo para que procrearan y sometieran la tierra.
2.      Dios los bendijo y les dijo: Sed fecundos y  y multiplicaos y llenad la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra (Gn 1, 28).
3.      a) 3; b) 1; c) 2.
4.      a) Falso. b) Verdadero. c) Falso. d) Verdadero.
5.      d).
6.      Educarlos en la fe, enseñando a sus hijos la fe y la piedad cristiana y a descubrir su dignidad de hijos de Dios; educar en ellos los valores humanos con su ejemplo y con su palabra: el amor, el respeto, el dominio de sí, la sinceridad, el espíritu de servicio y de solidaridad, etc.; corregirles cuando sea conveniente, para enseñarles a elegir el bien y a no desviarse por el camino del mal; y respetar el derecho de los hijos a elegir su profesión y su estado de vida cuando lleguen a la edad oportuna.
7.      Amarlos es quererlos de la misma manera que Dios nos ama; respetarlos, es darles la dignidad que les corresponde por las obligaciones que han asumido para con los hijos; obedecerlos es seguir su consejo, con docilidad y humildad.
8.      Gratitud, obediencia, respeto.  

Unidad 9. La oración cristiana

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Actividades de evaluación
1.       La oración es un don, pues siempre parte de Dios, que atrae el corazón hacia Él. Él nos habla a través de sus obras, las criaturas, a través de su actuación en la historia de la humanidad y de cada persona, por su Providencia.
2.      Por la Sagrada Escritura, por la Tradición, por los Signos de los Tiempos, y por nuestra conciencia .
3.       La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración .
4.       a) 3; b) 4; c) 1; d) 5; e) 2.
5.      a) 3; b) 1; c)2.
6.      a) 2; b) 3; c)1.
7.      La oración cristiana es personal, pero se hace en la iglesia. Por la Comunión de los santos, cuando oramos no lo hacemos solos, sino con toda la Iglesia, y con Cristo que es su Cabeza.
8.      En las oraciones de los fieles, para pedir juntos por diversas necesidades que interesan a la Iglesia entera: El Papa, los obispos, los gobernantes, la paz, los enfermos y necesitados, etc. También en la Liturgia de las horas para que los religiosos y los clérigos, y muchos otros cristianos recen en común. La Iglesia recomienda de manera particular la oración cotidiana en familia, pues es el primer testimonio de vida de oración de la Iglesia. Además, la catequesis, los grupos de oración y la dirección espiritual son una escuela y una ayuda para la oración.
9.      I) Santificado sea tu Nombre: el nombre indica la persona y esta petición es una alabanza a Dios como Santo.
II) Venga a nosotros tu Reino: para que el Reino de Dios, la santificación de los hombres en el Espíritu, se extienda en el mundo y los hombres nos comprometamos al servicio de la santidad, de la justicia y de la paz, según las Bienaventuranzas.
III) Hágase tu voluntad: que todos los hombres se salven, cumpliendo la voluntad del Padre, a ejemplo de lo que hizo su Hijo.
IV) Danos el pan de cada día; esta petición contiene todo lo que necesitamos para nuestra subsistencia humana. También le pedimos con ella la gracia de saber obrar, de modo que la justicia y la solidaridad permitan cubrir las necesidades de los demás. Y pedimos también el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía.
V) Perdona nuestras ofensas: nos reconocemos ante Él pecadores, lo confesamos y acudimos a su misericordia. Y lo hacemos con la condición de que nosotros, antes, hayamos perdonado a los que nos han ofendido.
VI) No nos dejes caer en la tentación: pedimos con ello al Espíritu Santo saber discernir entre las pruebas, que nos hacen crecer en el bien y la tentación que conduce al pecado y a la muerte, y saber resistir a esta.
VII) Líbranos del mal: el mal designa la persona angélica del Maligno, Satanás, que se opone a Dios. Pedimos que, como Cristo lo venció, la humanidad sea liberada de Satanás, de sus secuaces y de sus obras.
10. Es la oración que realizan los fieles conjuntamente, en la Iglesia, con Cristo a la cabeza. Se expresa en la Oración de los fieles, la Liturgia de las horas y, especialmente, la oración familiar.
11. a) La pureza del corazón busca el Reino (Buscad, pues, primero el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura Mt 6, 33) y perdona a los enemigos (Mt 5, 24), lo cual supone una conversión del corazón hacia Dios.
b) La confianza audaz y filial, que va más allá de lo que sentimos y comprendemos: al sabernos hijos de Dios, porque Jesús nos dijo que cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido (Mc 11, 24).
c) La vigilancia: espera atenta de Jesús que viene en cualquier momento (Mt 24, 42), y protege al discípulo de la tentación: velad y orad para no caer en tentación (Mt 26, 41), como dijo en Getsemaní.

Actividades de refuerzo
1.       En una puesta de Sol, por la naturaleza; en las lecturas de la Misa, por la Revelación; ante una catástrofe, por los signos de los tiempos.
2.      La jaculatoria es una oración vocal que tiene valor cuando se realiza en presencia de Dios.
3.      1) Bendición. 2) Alabanza. 3) Perdón. 4) Gracias. 5) Alabanza.
4.      La oración que Jesús  nos enseñó Jesús es el Padrenuestro, que se dirige a Dios Padre, y tiene siete peticiones.
5.      En el templo, por la Eucaristía, la oración de los fieles, la adoración al Santísimo, etc. En el propio hogar, con la oración privada y la familiar. En el aula, con el resto de los compañeros, e individualmente ofreciendo nuestro esfuerzo. Al hacer deporte, repitiendo jaculatorias, ofreciendo el sufrimiento físico del esfuerzo, etc.
6.      La pureza del corazón, que busca el Reino y perdona a los enemigos, lo cual supone una conversión del corazón hacia Dios. La confianza audaz y filial, que va más allá de lo que sentimos y comprendemos; al sabernos hijos de Dios, porque Jesús nos dijo que cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido (Mc 11,24). La vigilancia, o espera atenta de Jesús que viene en cualquier momento y protege al discípulo de la tentación.
7.      Hay siete peticiones. En las tres primeras peticiones: I) Santificado sea tu Nombre; II) Venga a nosotros tu Reino, y III) Hágase tu voluntad, se pide por los «intereses» de Dios, que es lo que más nos conviene; y en las otras cuatro, IV) Danos el pan de cada día; V) Perdona nuestras ofensas; VI) No nos dejes caer en la tentación; y VII) Líbranos del mal, por nuestras necesidades.





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